2008 - NY - Dia 11
Jueves 14: Día de los enamorados... y con SOL
Estaba la agenda re armadita: EMPIRE STATE, PUENTE DE BROOKLYN y LION KING.
Empezó arriba el día con la sorpresata del Pera: me obsequió el Ipod que yo quería, el grande, clásico por el día. Yo le había escrito cartita pero el remató con glamour.
Desayunamos en nuestro amado dinner y al subte.
En el Empire State había gente pero se pudo subir re bien y estar bastante rato en el piso 86 y su mirador contemplando los 4 puntos cardinales y los diferentes referentes de la ciudad! Un día en el que el edificio es algo así como el "emblema" del amor y las parejas. Hasta había unos asiáticos (nada anormal en una ciudad repleta de chinos, japoneses, coreanos y de mas orígenes de la cultura oriental) casándose en el mirador. Que cursi. Sacamos un montón de fotos y emprendimos el descenso.
Subte y aparecimos en Brooklyn, del otro lado del río. Almorzamos en un café divino, atendidos de lujo y con en menú sabroso. Esta zona, cercana al East River se la conocce como Brooklin Heights y es muy barrio, tranquilo, pintoresco. Paseamos un rato y comenzamos el cruce del puente a pie en una tarde a puro sol. Hermoso.
Una vueltita por la iglesia Saint Paul que supo adquirir fama con la tragedia de las torres (era aguantadero de los bomberos y aparte, no sufrió ningun daño estando tan cerca del estallido) y despues, subte para casa, aunque antes tuvimos que hacer una nueva parada para comprar un bolso barateli ya que sabemos de antemano que no nos va a queper nada en las maletas. Y mañana hay que cambiar de guarida!
Bañito y teatro. Aunque gastamos el tiempo de descanso en intentar armar las maletas. Bastante onda le pusimos.
THE LION KING:
Increíble la ubicación que teniamos en ese espectacular teatro. Empezó la obra y se me caían las lágrimas de la emoción de poder ver semejante maravilla.
Los artistas pasaban por los pasillos, los palcos. Era una celebración de color, diseño, creatividad y talento. Esa música, la historia. Todo era perfecto! Alucinante!
Lejos que nos quedó bárbaro que haya sido la última obra y no la 1era. Es difícil competir con el nivel de producción de esta puesta.
Para la vuelta le dimos a la caminata y nos aseguramos la cena pasando por Mac y trayendo a la última noche en el depto unos deliciosos combos. Mañana dejamos el 5to D del 320 West 75th para ir al Confort Inn!
Adios WEST SIDE. Fue un placer!
Estaba la agenda re armadita: EMPIRE STATE, PUENTE DE BROOKLYN y LION KING.
Empezó arriba el día con la sorpresata del Pera: me obsequió el Ipod que yo quería, el grande, clásico por el día. Yo le había escrito cartita pero el remató con glamour.
Desayunamos en nuestro amado dinner y al subte.
En el Empire State había gente pero se pudo subir re bien y estar bastante rato en el piso 86 y su mirador contemplando los 4 puntos cardinales y los diferentes referentes de la ciudad! Un día en el que el edificio es algo así como el "emblema" del amor y las parejas. Hasta había unos asiáticos (nada anormal en una ciudad repleta de chinos, japoneses, coreanos y de mas orígenes de la cultura oriental) casándose en el mirador. Que cursi. Sacamos un montón de fotos y emprendimos el descenso.
Subte y aparecimos en Brooklyn, del otro lado del río. Almorzamos en un café divino, atendidos de lujo y con en menú sabroso. Esta zona, cercana al East River se la conocce como Brooklin Heights y es muy barrio, tranquilo, pintoresco. Paseamos un rato y comenzamos el cruce del puente a pie en una tarde a puro sol. Hermoso.
Una vueltita por la iglesia Saint Paul que supo adquirir fama con la tragedia de las torres (era aguantadero de los bomberos y aparte, no sufrió ningun daño estando tan cerca del estallido) y despues, subte para casa, aunque antes tuvimos que hacer una nueva parada para comprar un bolso barateli ya que sabemos de antemano que no nos va a queper nada en las maletas. Y mañana hay que cambiar de guarida!
Bañito y teatro. Aunque gastamos el tiempo de descanso en intentar armar las maletas. Bastante onda le pusimos.
THE LION KING:
Increíble la ubicación que teniamos en ese espectacular teatro. Empezó la obra y se me caían las lágrimas de la emoción de poder ver semejante maravilla.
Los artistas pasaban por los pasillos, los palcos. Era una celebración de color, diseño, creatividad y talento. Esa música, la historia. Todo era perfecto! Alucinante!
Lejos que nos quedó bárbaro que haya sido la última obra y no la 1era. Es difícil competir con el nivel de producción de esta puesta.
Para la vuelta le dimos a la caminata y nos aseguramos la cena pasando por Mac y trayendo a la última noche en el depto unos deliciosos combos. Mañana dejamos el 5to D del 320 West 75th para ir al Confort Inn!
Adios WEST SIDE. Fue un placer!
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