2011 Eleuthera: Airport Beach y Club Med Beach
Martes 22 de Febrero de 2011:
El desayuno en la mesita de la galería mirando el mar, ya se nos hizo costumbre. La escena es tan “relajante” que se estira el comienzo del día y arrancamos hacia una nueva playa cada vez mas tarde. Esta vez, apuntamos un poco mas al sur, en busca de 2 nuevos destinos.
El primero de ellos, Airport Beach, que recibe su nombre porque en algún momento supo haber una base de la marina de EEUU en las inmediaciones del lugar. Hoy, no solo desapareció la base militar, sino todo lo demás que podría haber habido alguna vez en ese lugar.
Llegamos siguiendo al pie de la letra las indicaciones de la hoja de ruta y cuando finalmente bajamos a la playa no podíamos creer lo que estábamos viendo/viviendo. 3 millas de playa completamente deshabitada. Ni casas, ni comercios, ni gente, ni animales... nada!
Caminamos durante casi 10 cuadras hasta encontrar el lugar exacto donde establecer nuestro campamento. Dos grandes bloques de cemento, como caídos del cielo y un lindo espacio a la sombra de las casuerinas sirvieron de base.
Pasamos toda la mañana y más, descansando, tomando sol, sacándonos fotos y jugando en el mar. Esta vez, del lado del atlántico, era bien abierto y con mucho oleaje aunque sin perder los tonos de turquesa. Las olas eran lo suficientemente grandes como para barrenarlas.
Cuando nos vimos vencidos por el hambre, decidimos emprender la retirada hacia otra playa, que sabíamos de antemano tenia un bar donde aterrizar y comer algo. La famosa Leave French (mas conocida como Club Med Beach) que recibe su apodo del famoso complejo vacacional que supo estar ubicado allí hasta el 99 cuando el huracán Andrews se ocupo de terminar con la franquicia.
Si bien esta playa también esta ubicada del lado del atlántico, el comportamiento del agua es completamente distinto. Protegida por una formación rocosa que forma una gran barrera a muchos metros dentro del océano, el agua llega a la costa suave y clama, de un color celeste brillante. La arena es blanca y fina como harina y se extiende por casi 40 metros hasta la orilla. Es una playa muy amplia... y con solo mirarla se entiende porque fue la elegida por la cadena francesa de hoteles.
Aprovechamos las bondades del Beach House Restaurant, un coqueto bar / restó, para tomar unos tragos y almorzar mirando el mar desde una terraza de madera y todo por solo 50 dolares (Daiquiris y propina incluidos). Inmejorable!
El desayuno en la mesita de la galería mirando el mar, ya se nos hizo costumbre. La escena es tan “relajante” que se estira el comienzo del día y arrancamos hacia una nueva playa cada vez mas tarde. Esta vez, apuntamos un poco mas al sur, en busca de 2 nuevos destinos.
El primero de ellos, Airport Beach, que recibe su nombre porque en algún momento supo haber una base de la marina de EEUU en las inmediaciones del lugar. Hoy, no solo desapareció la base militar, sino todo lo demás que podría haber habido alguna vez en ese lugar.
Llegamos siguiendo al pie de la letra las indicaciones de la hoja de ruta y cuando finalmente bajamos a la playa no podíamos creer lo que estábamos viendo/viviendo. 3 millas de playa completamente deshabitada. Ni casas, ni comercios, ni gente, ni animales... nada!
Caminamos durante casi 10 cuadras hasta encontrar el lugar exacto donde establecer nuestro campamento. Dos grandes bloques de cemento, como caídos del cielo y un lindo espacio a la sombra de las casuerinas sirvieron de base.
Pasamos toda la mañana y más, descansando, tomando sol, sacándonos fotos y jugando en el mar. Esta vez, del lado del atlántico, era bien abierto y con mucho oleaje aunque sin perder los tonos de turquesa. Las olas eran lo suficientemente grandes como para barrenarlas.
Cuando nos vimos vencidos por el hambre, decidimos emprender la retirada hacia otra playa, que sabíamos de antemano tenia un bar donde aterrizar y comer algo. La famosa Leave French (mas conocida como Club Med Beach) que recibe su apodo del famoso complejo vacacional que supo estar ubicado allí hasta el 99 cuando el huracán Andrews se ocupo de terminar con la franquicia.
Si bien esta playa también esta ubicada del lado del atlántico, el comportamiento del agua es completamente distinto. Protegida por una formación rocosa que forma una gran barrera a muchos metros dentro del océano, el agua llega a la costa suave y clama, de un color celeste brillante. La arena es blanca y fina como harina y se extiende por casi 40 metros hasta la orilla. Es una playa muy amplia... y con solo mirarla se entiende porque fue la elegida por la cadena francesa de hoteles.
Aprovechamos las bondades del Beach House Restaurant, un coqueto bar / restó, para tomar unos tragos y almorzar mirando el mar desde una terraza de madera y todo por solo 50 dolares (Daiquiris y propina incluidos). Inmejorable!
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