2008 - NY Dia 15
Lunes 18:
La sensación de que se acaba el viaje es palpable… Estamos en nuestras últimas horas y nos quedamos sin metrocard, así que todo lo que haremos será a una caminata de distancia… de todas formas, las distancias son tan cortas que en una caminata te podés recorrer toda la ciudad de punta a punta!
Empezamos por la avenida 8 en busca de otro lugar que traíamos agendado desde Buenos Aires: La escuela de la compañía de danzas Alvin Ayley. Un grosso que formó una compañía de bailarines negros. En contraposicion a los ballets tradicionales donde es imposible que los papeles principales sean interpretados por negros, el representa en cada una de sus obras las tradiciones del pueblo africano, por lo que los papeles no pueden ser interpretados por bailarines blancos. Si bien la escuela es abierta y sin distincion de razas, el ballet no.
Despues de unos cafés y un rato de caminata, volvimos para el Broadway Dance Center, donde a Sole le quedaba la última clase por tomar para completar el paquete. Y yo seguí mi recorrido por la avenida 10 volviendo por detrás del Port Authority. Una zona realmente fea de la ciudad... Pero como también se aprende y conoce recorriendo los barrios mas feos, le dediqué un rato.
Almorzamos en un bolichito sobre la 8va avenida y volvimos al hotel a terminar de armar las valijas. La idea era salir por la tarde a estrenar nuestra nueva cámara de fotos en el Central Park...
Si bien el paseo lo hicimos igual, lo de estrenar la cámara quedó un poco postergado, porque ni bien llegamos al parque se largó la lluvia, así que metimos la cámara en su bolsito y seguimos el shooting con la vieja y querida Sony, que se ha bancado, estoicamente, todas las inclemencias del tiempo.
Cruzamos el parque de este a oeste, pasando por la pista de hielo con la idea de volver a patinar, pero a causa de la lluvia fue desalojada porque se inundó, asi que seguimos camino.
La vuelta al hotel la hicimos recorriendo la 7ma avenida en uno de los tramos mas lindos. Hicimos algunas compras de ultimo momento (regalitos, bah..) y nos metimos en un Starbucks a buscar un muy buen disco de Frank Sinatra que se está vendiendo solo en esas cafeterías.
Al final de la noche cenamos, otra vez, en el restaurante de cocina china que esta frente al hotel (John Shangai). Un poco de comida más elaborada que la chatarra usual de los ultimos días.
La sensación de que se acaba el viaje es palpable… Estamos en nuestras últimas horas y nos quedamos sin metrocard, así que todo lo que haremos será a una caminata de distancia… de todas formas, las distancias son tan cortas que en una caminata te podés recorrer toda la ciudad de punta a punta!
Empezamos por la avenida 8 en busca de otro lugar que traíamos agendado desde Buenos Aires: La escuela de la compañía de danzas Alvin Ayley. Un grosso que formó una compañía de bailarines negros. En contraposicion a los ballets tradicionales donde es imposible que los papeles principales sean interpretados por negros, el representa en cada una de sus obras las tradiciones del pueblo africano, por lo que los papeles no pueden ser interpretados por bailarines blancos. Si bien la escuela es abierta y sin distincion de razas, el ballet no.
Despues de unos cafés y un rato de caminata, volvimos para el Broadway Dance Center, donde a Sole le quedaba la última clase por tomar para completar el paquete. Y yo seguí mi recorrido por la avenida 10 volviendo por detrás del Port Authority. Una zona realmente fea de la ciudad... Pero como también se aprende y conoce recorriendo los barrios mas feos, le dediqué un rato.
Almorzamos en un bolichito sobre la 8va avenida y volvimos al hotel a terminar de armar las valijas. La idea era salir por la tarde a estrenar nuestra nueva cámara de fotos en el Central Park...
Si bien el paseo lo hicimos igual, lo de estrenar la cámara quedó un poco postergado, porque ni bien llegamos al parque se largó la lluvia, así que metimos la cámara en su bolsito y seguimos el shooting con la vieja y querida Sony, que se ha bancado, estoicamente, todas las inclemencias del tiempo.
Cruzamos el parque de este a oeste, pasando por la pista de hielo con la idea de volver a patinar, pero a causa de la lluvia fue desalojada porque se inundó, asi que seguimos camino.
La vuelta al hotel la hicimos recorriendo la 7ma avenida en uno de los tramos mas lindos. Hicimos algunas compras de ultimo momento (regalitos, bah..) y nos metimos en un Starbucks a buscar un muy buen disco de Frank Sinatra que se está vendiendo solo en esas cafeterías.
Al final de la noche cenamos, otra vez, en el restaurante de cocina china que esta frente al hotel (John Shangai). Un poco de comida más elaborada que la chatarra usual de los ultimos días.
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